lunes, 30 de julio de 2007

Me

Me descubro intespectiva.
Me reconozco sin límites.
No sé hasta dónde llegar.
Siento que me voy a estrellar,
antes de aprender a volar.

jueves, 12 de julio de 2007

Te conozco




Yo te conozco de antes.
De antes de conocerte.
Te tengo en la memoria,
hace miles de años.

Nunca supe tu nombre,
te recuerdo de siempre.
Unas cejas furiosas,
protegían tus ojos.

Me atraía la intriga,
que encerraba esa cara.
Fugaz desconocida,
que cruzaba a mi paso.

Una cara apacible,
que miraba a lo lejos.
Serena, iluminada,
como si nadie, nada,
lo estuviese corriendo.

Y supe que eras vos,
desde el primer momento.

miércoles, 11 de julio de 2007

Tengo los tacos embarrados de seguirte





Tengo los tacos embarrados de seguirte.
No me importó lo que hacías,
qué buscas, o lo que fuiste.
Tengo los tacos,
embarrados de seguirte.

Por un par de pistas falsas,
terminamos sin hablar.
Yo un día dejé de creerte,
y vos no me convenciste más.

No encuentro tu rastro hace meses.
No siento a lo lejos tu aroma.
Y ya no sé ni qué esperar.

Ya no recuerdo tu andar,
me cuesta horrores los pasos.
Y vos, tan adelante vas.

Tengo los tacos,
embarrados de seguirte.

Pero, me voy a revirar,
y antes de que te des vuelta,
no voy a seguirte más.

miércoles, 4 de julio de 2007

Fibra de piel

Necesito escribir sin saber ni siquiera a qué atenerme, sin saber distinguir entre escritura de lenguaje, de lengua y de habla, de invento y de real academia. Sólo palabras, mías y tuyas, de quien las lea.
Enmudecer para mí sería catástrofe, sería condena al infinito, y desear la muerte. Prohibirme las palabras sería mucho peor que morir. No jugar y catarsis, y así las teclas que sigan solas. Necesito seguir sin conocer el desenlace. No sé a dónde voy con las palabras.

Aunque siento que ellas me manejan a mí, me pronuncian y me llevan sin consultarme, me siento transportada, conducida hacia dónde. En un remolino de palabras sin sentido que lastiman o desprecian y no pasan desapercibidas. Y al fin de cuentas, quién soy?
Soy sólo esto, un ovillo de palabras mal aprendidas? O soy un poco más que no se anima a espiarse por el miedo a verse para adentro? El espejo me desnuda.
Es mejor así, seguir en las sombras, que esconden las heridas. Imborrables. Pero está bien, porque sino, para qué servirían las heridas, si fueran cicatrizables.
Aunque últimamente... en cada una de ellas me brota un líquido verde. Al menos renace, al menos no está podrido, para tirar. Ni maduro, para comer. Antes fue rojo, carmín, como debe ser, después negro y ahora de nuevo verde. Será que estoy renaciendo? Es clorofila que sale de mis venas? Es fibra de piel?