martes, 1 de diciembre de 2015

Bruma

Y si una densa bruma
se posara en mis ojos.
Una bruma celeste,
que mojara mi cara.
Que ablandara mi gesto,
que calmara mi llanto,
que limpiara por dentro.
Que aclarara mi oscuro.

Que tirara paredes
con dulzura infinita.
Que me durmiera por años,
o por lustros, o siglos.

Una bruma celeste,
una bruma acolchada,
más fuerte que la noche.
Y si entonces despertase,
más sabia de repente,
más pausada, más paciente,
más sonriente,
y menos terca.

No hay comentarios.: